Estimados amigos y estimadas amigas habitantes de Ollagüe, yo, ustedes y todos los habitantes del mundo, estanos sufriendo la pena y el dolor, que no está provocando esta pandemia del Covid- 19, constituyen días de incertidumbre, y nostalgias. Atrás han quedado los abrazos, dar un beso en la mejilla a un ser querido o visitar a los parientes lejanos
La bóveda que cubre nuestro pueblo, nos protege con un manto descolorido y débil, nuestro hermoso cielo, nuestros volcanes y nuestras calles, no tienen la belleza de siempre, porque nuestra alma y nuestro corazón están muy tristes.
Las calles, donde nuestros niños y niñas, irradian su inocente alegría ya no escuchamos sus gritos de emoción infantil, porque están solitarias.
Cada amanecer, cuando los primeros rayos del sol, iluminan la inmensidad y belleza de nuestra cordillera y salares, la presencia y fuerza del viento nos recuerda que habitamos en el desierto, símbolos propios de nuestro pueblo.
Al atardecer cuando ya ha culminado una nueva jornada, llega el momento del descanso, la luna nos cubre con su suave luz y refleja la tristeza en nuestros rostros.
Culminada la noche, nuevamente llega la aurora que con la luz del sol nos trae la esperanza de días mejores y ese es el deseo de todos.
Los invito a cuidarse, todos estamos en esta lucha para protegerlos a todos ustedes, la municipalidad, el Cuerpo de Concejalas y Concejales y todas las autoridades estamos pendiente de ustedes.
Dios, la Santísima Virgen de Coska, la Virgen de Urkupiña, Virgen del Carmen y Nuestro Patrono San Antonio de Padua nos cubran y nos protejan.
Cuídense mucho y un gran abrazo para todos.
Atentamente
Edson Muraña Quispe
Concejal Ilustre Municipalidad de Ollagüe