El enemigo invisible nos está arrebatando la sabiduría, la experiencia y el amor de nuestros abuelos, a los niños y niñas quitándole la felicidad.
La tierra no deja de manifestar su tristeza y dolor, seguramente, después de lo que estamos viviendo , esta realidad tan dolorosa tendremos que desarrollar una serie de cambios y enfrentarnos a una nueva realidad que seguramente será diferente a la que hemos vivido tantos años, como por ejemplo, reencontrarnos con valores como la solidaridad, la responsabilidad por nuestros semejantes, la sensibilidad y el cuidado de esta pequeña parte del universo que tenemos como nuestro hogar y sobre todo tendremos que afrontar nuestros temores, reconociéndolos y aceptándolos ya que de manera inesperada nos hemos dado cuenta que somos tremendamente vulnerables y frágiles. Pero, tal vez esto mismo, nos lleve a comprender que algo hemos pasado por alto. Seguramente vamos a redescubrir las pequeñas y grandes acciones que nos ha dejado esta pandemia y de todo lo que sucede y sucederá a nuestro alrededor.
Pasada esta crisis, llegará el momento ideal para volver a reencontrarnos a escucharnos y agradecer el apoyo incondicional de nuestra familia, amigos y conocidos. Llegará la ocasión, en que retomaremos nuestros sueños, nuestros proyectos que estoy segura cruzarán por el puente de la fe, la confianza y el optimismo y todo ello abriendo el paso hacia el porvenir con la luz que nos iluminará nuestro Dios.
Cuando pase el tiempo, los campos se llenarán de hermosas flores y gratos aromas y reviviremos nuestras jornadas familiares que anhelamos.
Los invito en esta reflexión a cuidarse junto a nuestras familias, todos somos importantes y merecemos vivir y disfrutar de nuestra existencia, cuídense mucho y oremos para que esta tragedia termine pronto.
Angélica Pastenes
Concejala
Ilustre Municipalidad de Ollagüe